lunes, 20 de octubre de 2008

Veinte



Cuando volví al cuarto Victorio aún no había regresado. Me despertó muy temprano en la mañana:

- ¡Vamos Valentín! Tenemos que irnos.

- ¿Qué hora es?

- Las cinco.

- ¿Por qué tan temprano?

- Bueno, tengo una noticia buena y una mala…

- Mmm… ¿La mala?

- Mejor primero la buena, ¡tengo la sexta piedra!

- ¡Genial! ¿Dónde estaba?

- No lo vas a creer: la tenía mi amigo, el guardaparque, en su cabaña. La reconocí apenas la vi, dice que la encontró en un museo y se la quedó… por suerte también se quedó con la pista, aunque no tenía idea de lo que significaba.

- ¿Y qué tuviste que hacer para que te la de? ¿Se la compraste?

- No exactamente… resulta que mi ex compañero de secundaria me planteó que allí en su cabaña estaba muy solo, muy lejos del pueblo, y que salía muy poco porque le costaba mucho trabajo llegar a la ciudad…

- No me digas que…

- No, no, esa no es la mala noticia. Aún conservo mi integridad física, el problema es que me pidió algo a cambio de la piedra…

- ¿Las otras piedras?

- Valentín, eso sería estúpido… me pidió el Farline.

- ¿¿Qué?? ¿El auto?

- Sí, mi amado auto.

- Ay, decime que no se lo diste…

- Ya te dije que tengo la piedra, ¿no?

- Pero Victorio, ¡ESO es estúpido! ¿Cómo vamos a seguir buscando las demás ahora?

- Me extraña la estrechez de tu mente, mi querido compañero… ¿Acaso no sabés que hay varias maneras de viajar?

Caminamos muchísimas cuadras hasta la ruta. Podríamos haber tomado un taxi, pero ninguno de los dos lo propuso. A decir verdad, pasé bastante tiempo sin hablarle a Victorio. ¿Entregar el Farline? Se ve que se estaba tomando demasiado en serio todo este asunto de la aventura de Albatros.

Por primera vez en mucho tiempo tuve que volver a cargar mi mochila al hombro. Lamentablemente me había tenido que deshacer de algunas cosas inútiles, para aminorar el peso. Mi compañero avanzaba silbando, con una extraña sonrisa flanqueando su rostro. Supongo que quería hacerme notar que las cosas marchaban bien, aunque yo no opinaba lo mismo.

- ¿Y a dónde se supone que estamos yendo ahora?

- Hacia “el frío mercante negro”

- Esto de las pistas poéticas ya me está rompiendo bastante las pelotas.

Mis viejas Adidas se bancaron bien la caminata, pese al peso de la mochila y mi desgano arrastra pies. Los primeros intentos de hacer dedo se los regalé a Victorio, a mí me daba un poco de vergüenza hacerlo. En una hora pasaron dos cuatro por cuatro que ni nos registraron, un Falcon con una familia completa, y un viejo Citroën cuyo dueño, transportista de gallinas, nos miró como diciendo “lo siento, muchachos” y siguió su ruta.

La gracia divina quiso que el quinto vehículo sea un camión de carga, cuyo amable conductor no dudó en darnos una mano:

- ¿Agarrás por la 40?

- Sí, ¿hacia dónde van muchachos?

- Al Perito Moreno.

- Suban, los dejo cerca.

Atravesamos toda la provincia de Chubut con Ricardo, nuestro nuevo y casual compañero de viaje. Trasportaba insumos para HP y según nos contó no le iba tan mal. El camión era grande y cómodo, lástima que tuvimos que bancarnos cuatro cds de cumbia provinciana.

Pasamos una noche en un hotel de pueblo, que nos ofrecimos a pagarle a Ricardo, pero él se negó diciendo que de esas cosas se encargaba la empresa. Volvimos al camino muy temprano en la mañana, y hacia el atardecer de ese día estábamos llegando a nuestro nuevo destino.

- Bueno muchachos, acá los dejo. Podrán dormir por acá cerca, y mañana a la mañana visitar el Parque.

Le agradecimos mucho a nuestro nuevo amigo, que seguía su camino hacia Río Gallegos. Victorio le ofreció dinero pero no lo aceptó. Esa fue la última vez que lo vimos.

- Bueno, querido, llegamos. ¿Viste que no era tan difícil?

Cuando Victorio me habló me di cuenta de que hacía más de un día que no le hablaba de forma directa. No pude evitar una sonrisa: si le guardaba algún tipo de rencor por lo del auto, ya se me había pasado. Si habíamos empezado la aventura sin él, podríamos terminarla de la misma manera. Al fin y al cabo lo único que importaba era encontrar las malditas piedras.

Tuvimos que comprarnos unos abrigos especiales en el pueblo para poder ir al glaciar al día siguiente. Por la noche, en nuestro nuevo cuarto de hotel, me enteré de que mi compañero había adquirido algo más “para poder pasar el frío”.

- ¡Brindemos, Valentín! Es Chandon, este es bueno…

- ¿Y por qué brindamos?

- ¡Por nuestra aventura! ¡Y porque nada nos va a detener hasta que consigamos nuestro objetivo!

- ¿Estás tan seguro de que vamos a lograrlo?

- ¡Claro que sí! Esto es como una profecía de Nostradamus… ¿Se cumplió alguna, no?

- Qué se yo…

Brindamos.

Esa noche me fui a dormir pensando en Julia, y en un celular que vibraba desde el fondo de un lago.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

buenisimo!!! petacular!!! y estoy aprendiendo geografia!! muero por saber quien llamo al celular...te digo lo que pienso? para mi era victorio, aunque podria ser julia... no se...habra que esperar.
y esto va para lucas... hay gente demasiado inteligente y capaz que solo necesita que lo conozcan, y esa es la oportunidad que esta buscando el galan, talento le sobra como para ganar cualquier concurso!!!!

Jardinero del Kaos dijo...

Suscribo a la firmante de arriba, talento sobra y cojones tambien!!!¿quien se banca hacer un relato corto con palabras propuestas por la gente todos los dias?

eso me recuerda:
-ARCO
-VARA
-PESTE
-MALEFACTOR
-TINITUS
-CACHO CASTAÑA(USESE CACHO O CASTAÑA O LA COMBINACION DE AMBAS)


Abrazo de gol!!!!!!!!

Duquesa de Katmandu dijo...

Bueno, resbalando por la nieve, propongo:

PALABRERIO
AMI 8
COCO (BASILE)
DIEGO ROITMAN

Beso,

Lelé dijo...

Muy lindo! Galán de barrio: cómo te ubico rápido en los premios de 20 Minutos? Saludos.

Elanus Scriptus dijo...

Este blog está muy bien. Ya voté por ti.
Saludos

Mariano Lozano dijo...

Oye, pues sí que es original. ¡Menudo descubrimiento! Es lo que tienen los concursos estos, que conoces un montón de nuevos blogs.

A ver, palabras, palabras. Las mías no van a tener tanta mala leche como las de otros de arriba :-)

- solsticio
- 20 minutos
- entreabierta

Un saludo!

Paula Daiana dijo...

Cada vez mas suspenso e intriga... lo bueno es que con estos 31 empiezo a conocer realmente a los personajes!
Uno mas y me voy a dormir, continuo el viaje mañana!
Besooo