
Adentro
Un hombre de barba blanca algo recortada oculta su barriga bajo una camisa negra. La acompaña con unos pantalones chupines rojos y botas negras de punta.
Afuera
Tres hombres esperan dentro de un Chevrolet modelo 78 marrón con techo blanco. Al volante se encuentra un sujeto de color y morrudo. En el asiento de atrás comparten su presencia un individuo alto de barba negra y otro un poco más bajo con senda barba color nubes.
Adentro
El hombre de rojo y negro se acerca a la barra y pide un fernet. Es el tercero que toma en la noche. Una señorita de dudosa reputación se le acerca y él le convida un trago. Se producen escenas de histeriqueo y rozamientos múltiples.
Afuera
El negro bosteza mientras pasa las páginas de una revista Playboy del mes pasado. Se detiene a mirar la curvilínea figura de una conocida de turno. El de barba negra intercambia miradas entre la puerta del local, su reloj y una bolsa que se lleva en la mano. Su compañero de banco, sereno, “aún es temprano” afirma sin mirarlo.
Adentro
El hombre de negro y rojo, quien se da a conocer como Samuel Noelman frente a la dama, mantiene un diálogo soez con ella. “¿Así que vos sos Papá Noel?”; “Sí, ¿me trajiste tu cartita, bombón?”; “Ay, es que acá no tengo lapicera”; “Tomá, agarrá la mía”.
Afuera
El negro termina de ojear la revista erótica y comienza a leer un especial de Condorito. Se ríe ingenuamente cuando al final de un cuadro Pepe Cortisona se desploma produciendo el clásico “plop”. Luego reflexiona un segundo y se dirige hacia sus compañeros: “¿Notaron que en las historietas de Patoruzú también cuando termina alguien se desmaya haciendo “plop”? ¿Alguna será plagio de la otra o sería un estilo común de la época?”. El de barba negra responde un mero “Sí”. El otro agrega: “Mañana lo buscamos en internet”.
Adentro
Noelman continúa con metáforas del tipo “Acá te traje el paquetito”. Un roedor amigo se acerca a la barra y pide un Martiny seco. Al verlo, nuestro héroe escarlata distrae por un segundo su mirada de los senos de su compañera y saluda alegremente al pequeño bribón, quien se presenta a la dama como Abraham Perestein. Una segunda señorita escotada regresa del baño y se une al grupo.
Afuera
El negro masca un chicle rosado e intenta superar su record de tamaño de globos. El de barba negra mira impaciente el reloj y exclama “¿Cuándo va a salir este gordo hijo de puta?”. El más anciano de los tres contesta “Ya falta poco”. El oscuro casi se atraganta con la goma de mascar mientras grita “¡Ahí está! ¿No es ese?”. Una puerta lateral del establecimiento se abre y de ella asoma una barriga decorada con una barba blanca. El negro acelera hasta colocarse junto a recién salido y los tres hombres se bajan raudamente del vehículo. El gordo se detiene junto a la puerta y mira tres rostros conocidos. El de barba negra da un paso al frente y exclama: “Buenas noches, Samuel. Vamos a dar un paseo”.
Un hombre de barba blanca algo recortada oculta su barriga bajo una camisa negra. La acompaña con unos pantalones chupines rojos y botas negras de punta.
Afuera
Tres hombres esperan dentro de un Chevrolet modelo 78 marrón con techo blanco. Al volante se encuentra un sujeto de color y morrudo. En el asiento de atrás comparten su presencia un individuo alto de barba negra y otro un poco más bajo con senda barba color nubes.
Adentro
El hombre de rojo y negro se acerca a la barra y pide un fernet. Es el tercero que toma en la noche. Una señorita de dudosa reputación se le acerca y él le convida un trago. Se producen escenas de histeriqueo y rozamientos múltiples.
Afuera
El negro bosteza mientras pasa las páginas de una revista Playboy del mes pasado. Se detiene a mirar la curvilínea figura de una conocida de turno. El de barba negra intercambia miradas entre la puerta del local, su reloj y una bolsa que se lleva en la mano. Su compañero de banco, sereno, “aún es temprano” afirma sin mirarlo.
Adentro
El hombre de negro y rojo, quien se da a conocer como Samuel Noelman frente a la dama, mantiene un diálogo soez con ella. “¿Así que vos sos Papá Noel?”; “Sí, ¿me trajiste tu cartita, bombón?”; “Ay, es que acá no tengo lapicera”; “Tomá, agarrá la mía”.
Afuera
El negro termina de ojear la revista erótica y comienza a leer un especial de Condorito. Se ríe ingenuamente cuando al final de un cuadro Pepe Cortisona se desploma produciendo el clásico “plop”. Luego reflexiona un segundo y se dirige hacia sus compañeros: “¿Notaron que en las historietas de Patoruzú también cuando termina alguien se desmaya haciendo “plop”? ¿Alguna será plagio de la otra o sería un estilo común de la época?”. El de barba negra responde un mero “Sí”. El otro agrega: “Mañana lo buscamos en internet”.
Adentro
Noelman continúa con metáforas del tipo “Acá te traje el paquetito”. Un roedor amigo se acerca a la barra y pide un Martiny seco. Al verlo, nuestro héroe escarlata distrae por un segundo su mirada de los senos de su compañera y saluda alegremente al pequeño bribón, quien se presenta a la dama como Abraham Perestein. Una segunda señorita escotada regresa del baño y se une al grupo.
Afuera
El negro masca un chicle rosado e intenta superar su record de tamaño de globos. El de barba negra mira impaciente el reloj y exclama “¿Cuándo va a salir este gordo hijo de puta?”. El más anciano de los tres contesta “Ya falta poco”. El oscuro casi se atraganta con la goma de mascar mientras grita “¡Ahí está! ¿No es ese?”. Una puerta lateral del establecimiento se abre y de ella asoma una barriga decorada con una barba blanca. El negro acelera hasta colocarse junto a recién salido y los tres hombres se bajan raudamente del vehículo. El gordo se detiene junto a la puerta y mira tres rostros conocidos. El de barba negra da un paso al frente y exclama: “Buenas noches, Samuel. Vamos a dar un paseo”.
13 comentarios:
Yo tengo el celular de la foto del 24 jajaj, el el mejor yo lo amo jaja, beso (:
Madre mía! Que poca mágia tienen estos personajes, voy a romper ahora mismo la carta que voy a enviar a papanoel... Ah! no, si yo a quienes pido deseos es a los reyes magos ¡Que susto! :O)
¡Un beso grandote para mi galán!
Entonces...
Papa Noel si existe!
o me vas a empezas con la teoria de que si no lo ves no existe mas para uno...
sigo leyendo...
(prefiero los reyes, no me gusta la monarquía, pero siempre estuve del lado de la magia)
besos.
Y a mi que me pasa? Me da miedo entrar en "galan de barrio". Y si un día dan por aniquilarme?
Aunque escribe genial, todo sea dicho. Besos monárquicos!
Hola galán: (escribo con pudor)
Pues en Granada, España, hay una famosas tortas llamadas Maritoñis, de las que yo cogí la identidad. Siento confundirle, pero me halagan sus visitas. ¿O es me aGalan?
AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
ya entendi porque lo de galan...
claro claro, pero sos timido eh!
pones de barrio...
pero hombre! si vos partis fronteras!
hola galan!!!
eres muy chulo y nos encantaria acostarnos contigo!!! jajaja...
en fin. de lo mejor para cerrar el año...fusion de generos???
muy tarantinesco.
creo que papa noel toma cynar o campari.
y de seguro el grone fuma parisiens
saludos
Muy buenas las crónicas sobre Papá Noel, me gustaron :D
Y en cuanto a la producción propia... bueno, ya va a venir, a veces estoy algo así como seca de palabras (no de ideas).
Besos!
ya se porque es lo del titulo
y todo esto a que viene?
Bueno bueno!! este blog parece ya un sitio de citas, una especie de "yo me quiero casar" pero en donde en vez de conducir Galán, hay que casar a "galán"...
Besos
Pobres los Reyes, tener que mancharse las manos con sangre de un viejo gordo degenerado!
Aguanten los Reyes!
Saludos!!!
Ésta historia se está poniendo bocha pibe!!! Hasta aquí llego mi amor por hoy, mañana voy a seguir con ésta cyber-novela...encima me voy imaginando todo, todo todo en mi capocha...qué locura, la doble vida que llevan nuestros ídolos de la infancia!!!!!!! Ah, y con respecto a Condorito, lo único que se (y no estoy segura) es que es chileno.
Besos Vísperos de año nuevo!
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