martes, 30 de septiembre de 2008

Cero


K alejó por un momento el café de sus apuntes y encendió el monitor. Relojeó la fecha: 30 de septiembre (un día especial por más de un motivo).

Mañana sería un mes nuevo, pensó. Y en una tarde llena, al parecer, de buenas ideas, se le ocurrió una que tal vez sería su perdición.

K se decidió en ese instante a comenzar un relato. En ese instante inexistente se decidió, pero el relato en sí comenzaría al día siguiente (¿O en realidad ya había empezado?).

El desafío era tan simple como cruel: iniciar una historia, nueva, espontánea, pero con una continuación día a día. Del primer día al treinta y uno del décimo mes, K se comprometería a subir un texto, una parte, un nuevo capítulo improvisado de esa maquiavélica fantasía.

Improvisado, sí, nada estaría planeado. Como prueba de eso, y para aumentar el desafío, pensó en pedirle a sus lectores (si es que había alguno capaz de resistir tal metralleta de oraciones) que dejaran ciertas palabras claves en sus comentarios, términos que de algún modo u otro deberían aparecer en las partes siguientes.

K volvió a apagar la pantalla y retomó sus apuntes. Parecía una idea descabellada.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Dialéctica monádica


- Café.

- Fernet.

- Bueno, ¿qué me querías decir?

- Perdón, pero vos me llamaste.

- Da lo mismo, el hecho es que aquí estamos.

- Sí, ¿y ahora qué?

- No sé, es que me bajoneé un poco hoy.

- Dejate de joder, si salió todo genial.

- Si, sí, eso no lo niego… pero no sé, como que a veces siento que no sé dónde estoy parado.

- ¡Eso es normal, no preocupes! ¿Quién lo sabe?

- Bueno, seguro seguro nadie, pero…

- Ya fue, viví el día a día y no jodas.

- Sí, para vos es fácil, sos demasiado optimista.

- Y vos muy pesimista. Dale, ya fue el dark, ¿o sos un emo ahora?

- Jaja, no, ni en pedo... pero, ¿estaré haciendo las cosas bien?

- ¿Y yo? ¿Quién decide eso?

- Sí, bueno, todo es relativo, el mejor argumento… ¿pero entendés a lo que voy, no?

- Sí nene, mirá, mientras vos estés bien, está bien lo que hagas.

- Ese es el tema, que no estoy bien.

- ¿Cómo que no? ¡Mirame!

- Sí, pero vos sos tan yo como yo, mirame a mí.

- Nah, es que a vos te gusta llamar la atención con la tristeza.

- Y a vos con la alegría…

- Mirá, vos seguí, tranquilo. Ya se va a dar lo que se tenga que dar. Mientras tanto, no hagas cosas de las que te puedas arrepentir. Bah, igual ya sabés cual es mi dicho.

- “Prefiero arrepentirme de haber hecho algo que de no haberlo hecho”.

- Uy, esa no la pusimos en el recuento de frases.

- En fin, la cosa es no lastimar a nadie, ni a uno mismo, tomarse las cosas con calma…

- ¡Y disfrutar! En la vida hay que disfrutar, más fiesta y menos pensamientos.

- Sí, pero ¿Y el día después? ¿Las nubes?

- ¿Qué nubes?

- ¿Las ganas de que te peguen diez tiros en el pecho? Y al menos uno en el estómago, para que se vaya este dolor.

- Ayayay… siempre te gustó eso del héroe trágico, hacete un harakiri también, total la katana ya la tenés.

- Vos también la tenés.

- Sí, pero yo la uso para disfrazarme, para cagarme de risa.

- Bueno, pero en la vida no todo es un disfraz, ¿sabés? Hay que sacarse un poquito la careta también, dar la cara.

- Ok, pero no tiene por qué ser una cara triste la que esté detrás.

- Tenés razón, ¿tregua entonces?

- Preferiría llamarlo “punto medio”.

- Dale, venga esa mano.

- ¿"Dialéctica monádica"?

- Me gustan las esdrújulas.

- “Todas las esdrújulas riman en el corazón”.

- Uy, esa tampoco la pusimos.

- Bueno, me largo, acá te dejo.

- No, dejá, invito yo.

- Da lo mismo.



sábado, 27 de septiembre de 2008

Una vuelta más



FERNET
PRIMAVERA
SEPTIEMBRE
VIERNES
V
7
AMARILLO
LIBRA
BATMAN
WOLVERINE
DRÁCULA
HOMBRE VINCHUCA
DURO CON ELLOS
TOCATE
MITIN
VITEL TONÉ
MAR DEL PLATA
VÁNDER
HENRY TÖPF
PLACEBO
LES LUTHIERS
LOS AUTÉNTICOS DECADENTES
CALAMARO
SANDRO
VILLAGE PEOPLE
VOLVER AL FUTURO
ROGER RABBIT
EL GNOMO ORTODOXO
EL MARAJA DE SAN TELMO
AS DE CORAZONES
GALÁN DE BARRIO
PAMPERIUS
ACE
EL PROFETA
TORRASQUE
SIGFRID VON HAUSSEN
ELVIS
PAMPO
FILOSOFÍA
ADROGUÉ
TAEKWON-DO
VICTORIA
VALENTÍN
CHIVILCOY
GORRITI FÚTBOL CLUB
KARAOKE
JUAN
PABLO
ANTONIO
VAZQUEZ



martes, 23 de septiembre de 2008

La eterna sonrisa de Timy




Timy descansa plácidamente sobre la hierba. Su sonrisa denota la paz en que se encuentra.

Toda su vida fue un buscavidas, un trotamundos, un truhán. Las gatas Floras con las que tuvo el placer o la desgracia de encontrase lo llevaron a convertirse en un viejo pata de lana.

El amor lo tenía confundido hacía tiempo y la amistad nunca fue una buena compañera. Pasó sus días yendo de aquí para allá, sin un rumbo fijo. Nunca tuvo hijos. Se cuidó de no hacerlo. Él simplemente saltaba de tejado en tejado, de casa en casa, de cama en cama.

El peligro también lo acompañó: en sus siete vidas supo ganarse una larga lista de enemigos. En el barrio donde ahora se encuentra varios clamaban por su alma: el Carnicero Pablo, el Gordo de la Esquina, el Perro López.

No se supo bien quién fue, pero el hecho es que ahora ya no tiene que preocuparse por ellos. Ni por nada más en esta perra vida.

Timy yace tranquilo, con una sonrisa clavada. No piensa, no siente, no sufre siquiera. Sólo está ahí, sobre la fina hierba, colchón regalo de la naturaleza.

Todos recordaremos su eterna sonrisa. Físicamente, durará lo que su cuerpo, pero nadie podrá borrarla de nuestros corazones.

Duerme, Timy, y nunca dejes de reír. Descansa en paz.

Timy es un gato y esta mañana murió envenenado sobre la verde hierba. Sus músculos se contrajeron formando una sardónica sonrisa. Las burbujas violetas que rodean su boca le otorgan un aspecto mágico.




domingo, 21 de septiembre de 2008

Triple de jamón y queso




- Permiso doctor.

- Sí, pase, hombre. Sabía que volvería.

- ¿Le avisó su secretaría?

- No, es que la última vez que vino olvidó su billetera.

- Ya me parecía extraño tanta escasez de monedas.

- ¿Cómo le va? ¡No me diga que ahora le duele septiembre!

- ¡Para nada, doctor! Septiembre es mi mes.

- ¿Ah sí? ¿Le sienta bien la primavera?

- Mejor que a usted sus pantalones, por cierto. Además, la estoy comprando en cuotas.

- Pero si está bien, ¿a qué vino?

- A visitarlo, este calorcito me pone de tan buen humor…

- Lo veo en sus zapatos, hoy trajo los rojos.

- Uno rojo y el otro carmesí. Ay doctor, usted siempre tan detallista.

- Es por el juramento de Hipócrates, no puedo mentirle.

- Claro, los griegos siempre en búsqueda de la verdad.

- Sin embargo, “lo esencial es invisible a los rojos”.

- ¿Lo dice por mis zapatos?

- Digamos que sí, no quisiera que me acusen de diestro.

- ¿Cómo? ¿Usted no es bueno en lo que hace?

- Sí, dicen que soy muy ducho, aunque yo prefiero la bañadera.

- Claro, sobre todo si es domingo. ¿Pero qué hace usted atendiendo este día?

- En realidad no estaba trabajando.

- Oh, perdón, es que lo vi en su consultorio, y pensé que…

- Mi querido, este no es un consultorio, y yo no soy doctor, así que deje de llamarme así.

- ¿Pero cómo, doctor? ¿Allí no dice “sanatorio”?

- No, dice “sanitario”, y si me permite, voy a seguir en lo que estaba… ¿me pasa el diario?

- Sí, tome. Eso explica el hedor… ¿Pero le molesta si brindamos antes? Su ayuda me ha sido muy grata en estos meses…

- ¡Pero por favor! A que adivino lo que quiere…

- Y, no es cuestión de perder la costumbre… ¡Mozo!

- ¿Me permite el remate?

- Ya sabe con qué voy a acompañar el café.

- A la una, a las dos… ¡Y a las tres! Vendido un triple de jamón y queso.





[Fin]





“Opereta en tres actos”

Acto 1: Más leche que café (4/5/2008)

Acto 2: Doble con crema (12/7/2008)

Acto 3: Triple de jamón y queso (21/9/2008)


Victorio Santana como el paciente
Valentín Flores como el doctor
Alejandro Vargas como el sordomudo


Opereta en tres actos es una historia de ficción, cualquier parecido con la realidad Alcoyana Alcoyana

Ningún café fue derramado durante la escritura de las presentes obras

“Lo esencial es invisible a los rojos” aparece por cortesía de J.M.




La primavera, una estación hermosa

lunes, 15 de septiembre de 2008

Carta abierta al Niño


Mi muy estimado Niño Bidimensional:

Me dirijo hacia Vd. porque una reflexión me ha salido del bonete, creo que fue durante un viaje en tren, o tal vez manejando, no lo recuerdo bien. El hecho es que, sabiendo de su magnificencia y su alta calidad en el pensamiento, sabiamente cultivada en el templo de saber al cual ambos pertenecemos, y ser, de hecho, mi único amigo con tales características de Tales, quisiera compartirla con Vd. para que pueda remitirme su opinión.

Si la carta es abierta es porque también me interesa escuchar los quedecires de todos aquellos que se vean con ganas de emitir su doxa, y que siempre encuentran un espacio abierto en este ídem.

Para evitar los largos prólogos y prolegómenos, la duda, inquietud, reflexión e/y/o/u inflexión en cuestión es la siguiente: casi me he llegado a convencer de la imposibilidad de las contradicciones.

Como ambos sabemos, nuestro querido colega macedonio afirmó el principio según el cual nada puede ser y no ser, al mismo tiempo y en el mismo sentido. Máxima que los escolásticos, con sus correspondientes modificaciones, adoptaron en parte como principio de individuación (o al menos es una relación libre que se me ocurre hacer en este momento).

Para ir al grano, el pensamiento que me surge es el siguiente: la contradicción sólo puede existir en la simultaneidad. En un universo simultaneo, las cosas serían y no serían al mismo tiempo. Sin embargo, al vivir nosotros en un universo sucesivo, un universo que fluye en forma constante, donde nunca nada es lo mismo, donde la sustancia es sólo una ficción lógica para salvar los hiatos de las percepciones discontinuas, en un mundo donde la sucesión se da tanto en la realidad (sea lo que esto sea) como en el lenguaje (y por eso también recurro a usted, el Niño de las Dos Dimensiones), en fin, un universo tejido de esta manera, la contradicción es práctica y teóricamente imposible.

Es decir que, si hoy algo es, y mañana no es, ¿dónde está la contradicción? La separación entre ambos momentos ya hace que estamos hablando de cosas distintas. No es difícil notar las consecuencias morales de tal elucidación: esto pone fin a la promesa. ¿Por qué debo cumplir con lo que dije ayer, si el Galán del jueves no es el mismo que el del viernes?

La contradicción sólo puede existir en el instante, y como ambos sabemos, mi muy estimado Niño, el instante no existe.

Me dirán que A y no A es contradictorio. Les responderé que en el momento en que se lee, piensa, percibe, imagina, razona no A, A ya pasó. La simultaneidad es imposible para nuestras mentes no divinas. Ergo, la contradicción también.

¿Qué queda de la estructura del universo entonces?

Mi muy querido, espero ansioso su respuesta, así como la de todo aquel que quiera opinar.

Suyo,

Galán de Barrio




sábado, 13 de septiembre de 2008

Fuera de contexto



Nada es tan difícil como parece al principio ni tan fácil como parece después

Mezclar es humano

Siempre es temprano hasta que se hasta que se hace tarde

Si se termina es porque no valía la pena

Siempre falta menos

Nada es nada porque todo es algo

La masturbación es el arte de los pobres

Me siento como una gota de pus flotando en el rocío otoñal de una mañana de marzo

La vida de uno lo va dejando a uno sin vida

Todo galán tiene su flor por quien llorar

Ya no sos la primera

No tengo nada que arreglar porque nada rompí

Las mujeres son fáciles, lo difícil es el amor

Ya no me hacés pastafrola

Hay un nido en el limón

Raro, pero bien

Hoy voy a observar: no doy ni me dan


sábado, 6 de septiembre de 2008

Ficción es


Avanza a paso lento pero decidido, sin apuro pero sin detenerse. Pasa cerca de la única mesa redonda del café, donde el Jardinero del Kaos machaca una máquina de escribir con una navaja, plasmando sus nuevas y amorosas ideas.

Toma la calle empedrada, la poética. Aquella que nunca será asfaltada, por cuestiones estéticas. En un banco de la plaza Suaznabar maneja dos títeres sin cabezas, intentando hacerlos bailar el vals de los recuerdos.

Más allá, la Duquesa de Katmandú juega con las palabras e inventa un nuevo diccionario que rápidamente olvida, no sea cosa de que sus neologismos se vulgaricen (claro que ella no tiene idea del poder que maneja).

Cruza la avenida, del lado del colegio vitalicio, mientras Maga convertida al fin en amapola espera en una esquina esas cosas de la vida. Camina tan concentrado que no alcanza a ver que por la vereda de enfrente pasa Lauri bailando con sus polleras, dándole nombre a los vientos, sintiéndose sencillamente libre.

Unos metros antes de llegar, un mensaje le alegra las baldosas: es el Niño Bidimensional, que le promete un fernet para la noche y una sonrisa para el día.

Sonríe por las buenas jornadas y piensa en que debe pasar por lo de Giselita a contarle las novedades y reflexionar sobre las cosas que pasan y las que no, aprovechando su experiencia algo mayor de vida.

Al fin llega al Central, donde acompañan el cortado con las medialunas que tanto le gustan. Allí está Rulo, salido al fin de su cripta. Luego del abrazo, el alegre proxeneta pregunta:

- ¿Qué pasa Galán?, te noto símil a un tango.

- Nada, sólo me preguntaba, mi querido rufián, ¿a qué tanto maquillaje, si en el fondo todo lo que uno quiere es amar y ser amado?

jueves, 4 de septiembre de 2008

Esto no es una pipa


“…El cadáver de un Danette yace bajo el monitor, con una última cucharada clavada en su corazón. Más allá, una taza de café, vacía, anuncia junto al resaltador amarillo que la sesión de estudio está presente, o al menos lo estuvo hasta hace un momento.

La silla que hace juego con la alfombra, o casi, soporta un cuerpo cansado de mal dormir y de leer en chino. Suena Sumo.

¿Viste cuando sentís que vivir es sólo ir tachando días en el almanaque? ¿Cuándo sentís que si seguís andando es sólo por la primera ley de Newton?

Tengo tantas ganas, el problema es que no sé de qué. ¿Hacer lo que quiero o lo que debo? En realidad no tengo ganas de nada.

Hay letras perdidas por mi cabeza, que debería intentar organizar en algo concreto. O tal vez no. Y gente nueva, vieja, de siempre y de mejor nunca. Flores rotas y tres amigos frente a los cuales no me da vergüenza llorar, ni caer, ni quebrar.

Tampoco me sonroja ser grasa, apoyarme en la barra con el codo izquierdo y una copa en la otra mano, de espaldas al barman, de frente a la pasarela de damiselas que cuestan más de lo que valen. El humo invade la escena, mientras enfrento la vida con un micrófono en la diestra y un fernet en la siniestra.

Y la música, fiel compañera o triste enemiga, imán de alegrías, nostalgias y adrenalina. Productora de euforia, recuerdos, y paseos de lo más alto a lo más bajo y viceversa…”

K hizo un bollo el original y lo tiró a la basura. Era el cuarto intento de comenzar una novela. Finalmente se resignó, ya no quería ser un escritor profesional.

“Mejor me hago un blog”, pensó, “total ahí escribe cualquiera”.




[Imagen: gentileza D. d. K. y N. H.]