lunes, 20 de abril de 2009

El Síndrome del Escorpión. Primera parte



La última espada se clavó en su corazón y lo mató. La primera sólo lo lastimó un poco.

Una semana atrás, Alfredo Arrieta disfrutaba de una taza de café en un sucio bodegón. Raúl Morales lo observaba desde una esquina, por encima de su diario. Por un momento sus miradas se cruzaron. Luego cada uno siguió en lo suyo.

Minutos más tarde, Morales se levantó, dejó los clasificados sobre la barra y se sentó en la mesa de Arrieta.

-¿Argentino, verdad?
-¿Cómo te diste cuenta?
-Fácil: la forma de agarrar la taza, el azúcar en el café, esos zapatos sólo se consiguen en Once… y tenés un escudito de Boca colgando del cuello.
-Genial, Sherlock… ¿y eso te da derecho a sentarte en mi mesa?
-Bueno, “para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”, ¿no?
-Nunca fui peronista, pero es verdad que estando tan lejos del hogar oír esas cosas lo emocionan a uno.

Morales sonrió. Esa jugada le había salido bien, se estaba ganando su confianza.

-¿De dónde sos?
-De Avellaneda… ¿vos?
-Parque Patricios, porteño de ley. ¿Y cuánto hace que estás acá?

Arrieta lo miró a los ojos. No le gustaba que lo interroguen. A decir verdad, ese estaba siendo el diálogo más extenso que había tenido desde que estaba allí.

-Un tiempo…
-Claro, lo suficiente como para extrañar las cosas más triviales. Yo soy corresponsal, estaba haciendo unas notas por acá, hasta que algo le pasó a mi equipo de trabajo… ¿tenés un minuto? Te cuento la historia.

Arrieta consultó su reloj sólo por inercia: sabía que tenía todo el tiempo del mundo.

-Dale, pero hacela corta. Me aburren los detalles.
-No te preocupes… che, ¿pedimos una picada? Dicen que el fiambre de acá es excelente. No creo que sepan lo que es una “picada”, pero sólo basta con pedir algo de pan, jamón, queso y aceitunas, nosotros podemos cortarlo.

Arrieta sabía que era una oferta tentadora: aunque hacía años que se encontraba allí, nunca se le había ocurrido algo como eso.

El mozo pareció no comprender bien el pedido. Sin embargo, volvió trayendo un gran trozo de jamón, un queso redondo y dos hogazas de pan fresco. Morales comenzó a cortar el embutido en rodajas, mientras Arrieta hacia lo suyo con el gruyere. Acompañaban la escena con una cerveza.

-Bueno amigo, es lo que hay. Ah, y no creas que no vine preparado:

Morales metió la mano en su pequeño bolso y sacó unas espaditas de plástico del tamaño de escarbadientes.

-Siempre las llevo a donde voy, es lo más práctico para comer este tipo de cosas. Oh, perdón, no me presenté aún: Raúl Morales.
-Alfredo Arrieta.

Se estrecharon la mano.

-¡Ay!

Esa fue la primera espada. Sólo lo lastimó un poco.

28 comentarios:

Agus-tincho dijo...

intrigante... No me imagino como seguirá. Que bien logrado "atrapar" al lector. Insisto, que bueno haber caído acá.

Ahora me voy a dar una vuelta por esos 31 días de octubre que me aconsejaste.

Abrazos!!
Tincho.

Viviana dijo...

Otra vez me enganchaste. ¡Qué pesado Morales! Para mí que le clavó la espadita a propósito. Se nota que no es de fiar jaja. Un besote

SIL dijo...

Guau, ésto: promete.
El título: intriga.
Ese estrechón de manos : alerta.
Ay!! la paciencia no es mi fuerte, pero en fin...

BESOS SUAVEMENTE CLAVADOS (para que sólo lastimen un poco)

Pulgamamá dijo...

Lo va a matar? Yo crei que iban a ser amigos. Abrazos

Cynthia dijo...

A no... me dejes asi... me senté me acomodé pedi silencio y termino con el sabor de y... que pasará?? para donde va la historia...?? ufa.. me clavas un suspenso, a esperar... carajo!!


muak
cariños.

buenas noches.

Paula Daiana dijo...

Hey Galan de barrio espero la segunda parte que me ha dejado intrigada...
Tiene muy buenas condiciones para guionar historias. Felicitaciones, muchas!
Buen comienzo de semana
Besosss!!
Pau

Pablo dijo...

Muy bueno, buenisimo. Lo único que pense fue "¿dónde mierda estarán?"

Mas, quiero mas.

el oso dijo...

Una buena historia, ya me voy relamiendo...
No soy el único que se ensarta con una espadita, parece...
Me empiezo a preguntar dónde juega el escorpión.

Abrazo

VALENTIN dijo...

otro laberinto más? ay ay ay! Imagino que era una conversación de una lasca de jamón y un queso auchhhhhhhhh!!! No me hagas caso, la migraña de un lunes caotico no me deja pensar mucho!

Patricia dijo...

Me pregunto cual sera la segunda espada, la que lo mato?
Me gusto la descripcion de un argentino! ja ja
Fabuloso el relato (como siempre)
un beso,

Yoyo dijo...

Galancito, sabes como atrapar al lector... me quedo a la espera del segundo estacon... ayy ya me dolió a mi también!!!
Besitos
Yoyo

Agua dijo...

Uy que bien volvemos a las historias por partes!!!! Y esta tiene muy buena pinta...aunque en realidad ahora lo que me ha dado es HAMBRE!!!!! JAJAJAJA aqui son las 17h, es decir la hora de merendar, y claro en la oficina muerta del aburrimiento y tal se me ha hecho la boca agua pensando en un poquito de jamon, queso,...mmmm que hambre!!!!
Besitos!!!

Cloe dijo...

Espero que continúe pronto...

Besitos

Rous dijo...

interesante... ¡volveré!

Uma Foam dijo...

hm picadas en el exterior... una buena picada cae bien en CUALQUIER LADO...
peroooooooo, hay algo medio sospechoso en todo estooooooooo
jajaja
saludos =)

maatiesquivel dijo...

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaai !
mi profe de filosofía me tiene loco, el otro día leiamos el DICCIONARIO DE FILOSOFÍA, después el libro de (ai no me salé el nombre)
pero boe, quizas vos después me puedas ayudar con algo, ahaha,
lindisimo el blog.

Jardinero del Kaos dijo...

Esas espaditas son lo mejor de lo mejor, obviaste un detalle, conociendo tu veneracion por el Fernet, es raro que a la hora de la picada ninguno de los dos sujetos lo haya mencionado...me suporongo que estan en Alemania o Francia...

el chapter de legion que estas laburando no hay drama, terminalo que
al final de apocaliptica entra,

y no, gracias no me voy disfrazar de Lex Luthor el viernes.

tambien te quiero zonzo.

maatiesquivel dijo...

ahahahaa, no entendó tu comentario.

Terapia de piso dijo...

La pequeña amenaza.

Saludos, Galán.

José Roberto Coppola

Anónimo dijo...

Requete súper! Un par de acentos fuera de lugar y... no sé... el tema de usar la expresión "escena" cuando estás escribiendo ficción me tira la palabra FICCIÓN a la cara. No está mal, pero prefiero que esas cosas no pasen porque sí. Veremos cómo sigue esto...
Saludos!

El Niño Amish

Unknown dijo...

me meti a leerte y no pude para de hacerlo!este post promete!!!
muy bueno!
un besote

Maritoñi dijo...

Tiene muy buen comienzo. Clávame tu espada!

Besos con azúcar glasé.

Miguel Rodríguez dijo...

La foto es perfecta!

Gara dijo...

Uys menudo comienzo, ya me tienes enganchada a la historia,espero no demores mucho en la segunda entrega q me dejaste intrigada.

Besos

Taller Literario Kapasulino dijo...

Me gusto, me gusto mucho!
Ya estoy leyendo la segunda!

nadenise dijo...

Pincha un poquito, pero no lo suficiente como para dejar de esperar la próxima parte.

ana. dijo...

Aquí estoy mi galán. Iré por partes, como debe ser. Me gusta esta picadita en "suspenso".

giselita dijo...

No dejas de sorprenderme!!! Siempre sacas algo de la galera...
La verdad, imposible no engancharse con tus relatos.
Sigo leyendo...