miércoles, 10 de febrero de 2010

Las aventuras de Rocambole. Hoy: Sobre la unidad, identidad y comunidad


Rocambole se prepara un café. Pone a hervir el agua. Toma la taza. Mete en ella dos cucharadas y media de café instantáneo. Ahora introduce dos de azúcar. Espera. El agua hierve. Toma la pava con un repasador para no quemarse la mano. Echa sólo un poco de agua en la taza. Mezcla fuerte. El café deviene una suave crema. Echa el resto del agua. Echa un chorro de leche fría. Contempla maravillado su obra.

Mientras disfruta del aroma que brota de la espuma piensa: ¿Y si la vida humana son sólo actos discretos? ¿Por qué insistimos en pretender que hay una unidad de la vida? ¿Es realmente la vida de un hombre un continuum que fluye sin puntos determinados? ¿O es sólo una seguidilla acumulativa de acciones inconexas?

Rocambole nunca había dudado de la unidad de su vida hasta que comenzó a leer sobre el tema. Por un lado, el problema de la identidad: ¿Qué es lo que me hace pensar que soy siempre el mismo? ¿Quién soy? Rocambole estaba seguro de que era el mismo Rocambole desde que había nacido. Sin embargo, lo único que mantenía era el nombre. Flatus vocis. Su cuerpo, su carácter, sus gustos, y sus células habían cambiado completamente. “Madurado”, dicen unos. Simplemente “crecer”, prefieren otros. Dejar pasar el tiempo.

Por otro lado, la creencia en la unidad de la vida. Si soy siempre yo, ¿lo soy en un continuo o en una sucesión? Rocambole había leído sobre tendencias postexistencialistas de querer justificar el sentido de la vida uniendo nuestros actos e insertándolos dentro de un relato. ¿Quién soy yo? Éste: nací el… estudié tal… trabajé cual… . Introducir todas nuestras vivencias y darles forma dentro de una trama, como su fuéramos personajes envueltos en sus peripecias particulares con principios, nudos y desenlaces. Ése era el sentido de la vida. Claro que un sentido tan ficticio como la ficción misma.

Rocambole bebe un sorbo. Parte de la espuma deviene un pacato bigote. Piensa: ¿Y si la unidad es global? ¿Y si la historia que da sentido a la Historia es el relato de todos juntos, conectados? Rocambole sufre una repentina aversión al culto contemporáneo a la individualidad. Celulares, internet, indumentaria, autos, todo está hecho para el consumo individual en la búsqueda eterna de la originalidad e identidad destacada sobre el resto. Cada publicidad parece marcar firmemente el “este soy yo”: mi color, mi gusto, mi forma, mis frases, mis preferencias, mis pensamientos, mis intereses.

Rocambole piensa: ¿Y si el yo somos todos? ¿Y si mis intereses son los de todos? ¿Y si lo que más me conviene a mí es lo que más le conviene a la comunidad? El bienestar general se supone que incluye al bienestar particular. Aunque el todo es más que la suma de las partes.

Rocambole termina el café y mira por la ventana, pensando en si lo que él hace de su vida le es útil en algo a la sociedad.

20 comentarios:

Alma Mateos Taborda dijo...

Excelente trabajo, para meditar profundamente y lograr una conclusión coherente y aproximada al menos a la realidad que debiéramos construír. Brillante!! Un abrazo grande.

Jardinero del Kaos dijo...

Cuando te pones en filosofo,
Muy Durkheimniano...va que se yo.

En realidad vos no te pones en filosofo, Rocambole se pone en filosofo...que me esta pasando. oh dios ya empiezo a verte como si fueras uno de tus personajes. aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhh.....

saludos

Yo NO SOY Cindy Crawford!! dijo...

Rocambole me hace acordar a los delirios de Oliveira en Rayuela.

Hay una parte; un capitulo dedicado a sus creencias sobre la unidad, muuuy interesante.

Te mando un beso grande.

Dixie Daisy dijo...

Hace años (demasiados) ví un capítulo de Star Treck. En él, los miembros del Enterprise contactaban con una nave que aseguraba estar en apuros. Según transcurría el capítulo, los tripulantes del Enterprise comienzan a sospechar que los habitantes de la otra nave esconden algo. Aseguran necesitar ayuda pero, cuándo surge la cuestión, no especifican cuál es el peligro al que se ven sometidos. Por ende, no permiten una visualización completa del interior. Cuándo esto por fin sucede, a penas se puede distinguir nada. Una masa de cuerpos ocupan todo el espacio visible. Así, comienza la narración de un mundo superpoblado, que comparte una única mente quien lo controla todo.
Cada noche, al acostarnos, morimos. La persona que despierta no es la misma que concilió el sueño. También leí en alguna parte que cada vez que nos disgustamos, el corazón sufre un pequeño infarto. Esto podría entenderse como otra muerte. Cuándo perdemos a alguien que nos ha querido y ha sabido conocernos, algo de nosotros muere. Nadie nos mirará como lo hacía esa persona. Quizá por eso sentímos la incomprensible necesidad de acercarnos a quién nos recuerda algo de aquel/aquella. Una tendencia innata en el ser humano, la lucha por la supervivencia.
Estamos condenados a buscarnos a nosotros mismos pues, es esa búsqueda otra forma de retener a quienes nos precedieron. Y eso es, precisamente porque, aunque antropológicamente sociables (nuevamente instinto de supervivencia) somos principalmente individualistas. Basta con echarle un vistazo a la pirámide de Maslow. Una vez cubiertas las necesidades primordiales, el hombre se desprende del grupo.
El punto álgido de Durkhaim trata sobre los distintos tipos de suicidios. Seguimos hablando de muerte. Rebelión. Es importante el contexto. Para Durkhaim rebelarse implicaba morir. La sociología ha evolucionado mucho desde entonces.

Dixie Daisy dijo...

Durkheim. Hace mucho que no escribo. ¿Le gustaría al autor interactuar con sus personajes? No cabe duda. Haré una excepción. ¿Por qué no puedes ser tú también un personaje? No sé si seré capaz de completar tu historia. Ya me dirá que opinas. Espero una crítica mordaz.

Berserkwolf dijo...

muy existencialista,humanista y jaja gestaltista el texto, de vez en cuando es saludable(en mi caso minimo jaja) el cuestionarse quien soy, nunca me ha preocupado si mi vida esta separada o unida, solo me preocupa saltar mis metas y propositos antes de tiempo... pasar por alto las cosas es algo que no me permito(o almenos eso trato)

Atenea Kamet dijo...

hola Galán, he pasado por el barrio y he leído todo lo que Rocambole piensa mientras toma un café...
Besos

Terapia de piso dijo...

Porque siempre somos una parte de algo, por más independientes que nos creamos.

Un abrazote, Galán.

José Roberto Coppola

Arya dijo...

Sr Rocambole que gusto... Siempre tu tan filosofo y dandonos materia para las neuronas

Abrazotes ;)

Pulgamamá dijo...

Uy como quisiera que ahora cuando es la 1 de la madrugada aca y todavia me quedan horas de trabajo, viniese Rocambole a prepararme un cafe y amntenerme despierta con sus sicusiones sobre la identidad y la continuidad de la existencia.
Un abrazo soñoliento!

SIL dijo...

Por ahora creo que mi vida ha sido una seguidilla acumulativa de acciones inconexas...
Me siento identificada con Rocambole por dos cosas:
vivo a café con leche y me levanto cada día preguntándome lo mismo que él, al final de tu relato.

(FLATUS VOCIS me olía feo por ignorante, pero la wiki me sacó las dudas)

Perdón por llegar tarde, tengo justificativo.

Mil besos, Donjuan.

SIL

Anónimo dijo...

Creo que todos se hacen la misma pregunta de vez en cuando (Me refiero a la última), y de ella desemboca todos esos dilemas y preguntas existenciales que, personalmente, dan dolor de cabeza. Supongo que esa es la principal función de los pensamientos: Para darle sentido a esta vida. Me he fijado que cuando uno pone en duda lo que uno hace o es, todo aquello que nos conforma parece disolverse. Es por eso que también se tiene el poder del cambio cuando uno llega a dudar de todo.

Si no existieran los pensamientos, seríamos como los animales (aunque no sé cuan cierto será eso, no he sabido de investigaciones para explorar más a fondo sus cerebros). Más libres, a mi parecer.

Con tanta descripción al comienzo, se me apetece un café jaja (Y eso que ya ni me gusta)

Besitos y muchos abrazos.

Anónimo dijo...

Yo no creo que pueda tener contenta a la sociedad, de la misma manera que ella no me tiene contenta a mí….pero paralelo a eso, creo que todos, alguna o muchas veces en la vida, nos planteamos lo que mencionas en tu texto, y menos mal…la meditación en cualquiera de los sentidos es buena, de lo contrario, el mundo sería un caos. Ya tenemos que pagar muchas veces por los malos actos que se hacen precisamente por la falta de ésta, aunque claro está, no todas las meditaciones están pensadas para el bien. Pero bueno, para no salirme del contexto, creo que todos formamos parte del mismo acontecimiento llamado vida, y sería maravilloso, que aunque por distintos senderos, todos fuésemos hacia un mismo camino…
Un Beso.

Viviana dijo...

Uno cobra existencia solamente y cada vez que enuncia el pronombre personal en primera persona singular "yo". Se crea el referente en ese instante y se termina al final de la enunciación.
¿Qué será la sociedad? ¿Qué le será útil a la sociedad?
Me encantan tus relatos existencialistas.
Un abrazo fuerte

TAMIA dijo...

Concuerdo todos nos hacemos esas preguntas pero vaya donde estan las respuestas y si las encontramos como ponerlas en practica

Eva dijo...

Yo confío en que Rocambole puede hacer mucho más con su café que Proust con su té.
Un abrazo

Taller Literario Kapasulino dijo...

Para pensar... También te queria felicitar por los detalles que hacen que tu obra sea exquisita. Me encantan los detalles!
Y ese final... pobre hombre, lo estas matando con preguntas. Me has hecho pensarlas a mi también.

HUMO dijo...

Y algo si debe ser, puesto que no se puede ser feliz entre infelices, aunque los poderosos no mastiquen esto.En fin....

Cuando comencé a leer el texto, me sentí identificaada con la ceremonia en la preparación del cae, no porque el café, porque a mi me gusta de filtro, pero si cuando preparo la chocolatada y revuelvo para que no queden esos pedacitos de chocolate y también contemplo mi obra, si es una pequeñez, muy rídicula para muchos, pero estar satisfecho de lo que uno hace, ai sea en ese detalle vale la pena, porque si ponemos tanto esmero en algo asi, somos capaces de esmerarnos en grandes cosas :)granitos de arena.


Besos Galante caballero!
Recieén llego de mis vacaciones y me encuentro bien leyéndote!

=) HUMO

el oso dijo...

Parece que el amigo Rocambole se toma su tiempo para preparar el café. Buenas preguntas y mejor marco para ellas el que construís con tus relatos.
Abrazos

Giselita dijo...

Yo le diría a Rocambole que no se preocupe tanto y que disfrute de su café.
Y bue... así soy yo.
Saludos.