lunes, 4 de agosto de 2008

Arenaidas


Tierra roja, arena y arenillas. Viajes de ventanillas calientes y noches frías. Oscuridad de cielo, estrellas de leche más grandes y lejanas.
- ¿Qué decís, Raúl?
Bailo en la intemperie de tus ojos. Dudo de la gramática y la ortografía. Simulo conocer lo que suelo ignorar.
- Ah, puro juego de palabras…
Danzas nocturnas con zorros hambrientos. Avatares técnicos de voluptuosas vicisitudes. Azúcar, pimienta y sal.
- ¿Cantás ahora?
No sabés cuánto te extraño. Extraño. Sí, eso somos: dos extraños pululando a la distancia. Copulando en el abrigo. Apareando ideas que confluyen en recuerdos y deseos.
- ¿Extraños? ¡Si nos conocemos desde la secundaria! Y a vos no te toco ni con un palito…
Búsqueda de placer, búsqueda de arrabales, paseos matutinos de café con leche. Atrás quedaron los trenes, adelante las mochilas. El mate arde en la lengua y la lengua calla. Mejor así, no hay nada más que hablar.
- Uy, te pegó fuerte el sol, hermano.
Arenaidas de dulce color. Dulces de plantas inexistentes. Corazones de adobe, lagunas, y cenit que sonríe.
- Cuidado, no caigas en los lugares comunes.
Lugares, sitios, espacios absolutos y relativos. Tiempo que pasa y no existe. Tiempo que cura o entierra. Caminos que no van ninguna parte, si siempre te llevo conmigo.
- Che, ya está el agua.
- Perfecto, echá los fideos.

7 comentarios:

g. dijo...

Interesante descreído relato de la ortografía y la gramática; al parecer todavía cree en la linguistica...
Y si son fideos, son Matarazzo... El mejor trigo candeal; je.

Saludos a la distancia

Duquesa de Katmandu dijo...

Sí, el desierto, los fideos y los cielos súper-estrellados hacen lindos estragos lingüísticos.

Beso

Anónimo dijo...

Bien, Galán!
Cuando pensábamos que estabas perdiendo la inspiración...

Saludos desde aquí o allá.

El niño bidimensional.

l dijo...

Me desagazapo, y le digo que:

Hablando de lugares comunes, me gusta la descripción de los lugares, opuestos y significativos ambos. El viaje siempre nos lleva, inevitablemente, al arrabal, al paseo matutino, al tren diario.

Y si todo eso lo acompañamos con sol, tanto mejor!! Cuanto más fuerte pega, más vale la pena. A veces.

Tiempos y lugares delineados bellamente, es un relato breve.
Y claro, los caminos siempre llegan a algún lugar, y nos hacen llevar cosas y nos hacen pensar cosas, y siempre nos hacen volver, el algún momento.

Me gustó, sí.
Bienvenido al acá.

Jardinero del Kaos dijo...

ehhhhhhhhhhhhhh.... me hiciste emocionar, no por arenaidas.
si fueron las dos firmas a mi blog.
estoy lagrimeando. eco... meando, meando, meando.

arenfga a la gente a que firme

Anónimo dijo...

Tiempo que cura o entierra. Caminos que no van ninguna parte, si siempre te llevo conmigo.
Petacular!!! Ahora...una duda... Que es arenaidas?? No importa, ta buenisimo!!!

Paula Daiana dijo...

Muy tierno Galán... me mató con esto de "dos extraños pululando a la distancia. Copulando en el abrigo. Apareando ideas que confluyen en recuerdos y deseos"...
Cada vez me pregunto más cuál será el secreto para que sus dedos bailen tan bien frente al teclado!
Besotes
Pau