martes, 2 de diciembre de 2008

La Parábola de los Siete Maderos





Acabada la cena, el Maestro se dirigió a sus discípulos diciéndoles: “Síganme”. Una vez en la orilla del mar se sentó en la piedra más alta y, tras extraer un pequeño trozo de carne de pescado que había quedado atorado entre sus muelas, ayudado por una astilla de madera, dijo: “voy a contarles la Parábola de los Siete Maderos”:

Hace mucho tiempo, en las regiones cercanas a Canapé, vivía un anciano muy adinerado llamado Ascalías. Había dedicado toda su vida al trabajo, logrando acumular varios siclos de plata y especias. Un día, mientras tomaba su baño matutino en leche de cabra, tuvo una visión que le reveló que su muerte estaba próxima. Así es que, sin perder más tiempo, se levantó y reunió a sus ocho hijos para repartir sus bienes en vida. Josefías, el menor, al ver a su padre desnudo y cubierto de leche murió al instante. El episodio, si bien fue triste, facilitó las cosas ya que el Reino estaba divido en siete prados, aunque no eran todos iguales, sino que variaban según su tamaño y calidad de sus tierras.

El modo en que se repartirían los terrenos preocupaba tanto al padre como a los siete hermanos, por lo que Sodomías, el mayor, propuso que se repartieran por orden de edad, correspondiéndole a él por ser el primogénito el mejor campo, y así sucesivamente para el resto de sus hermanos. Los demás protestaron al unísono: Meloj, ahora el menor, reclamaba que la repartija se diera en forma inversa (es decir, de menor a mayor), mientras que Rebulón alegaba ser el más inteligente, Áster decía ser el más fuerte, Nesulaj el más justo, Felonías el más capaz, y Gádor el que más amaba a su padre.

El viejo Ascalías, al no lograr un consenso, se retiró a meditar. Al día siguiente despertó con una idea brillante: sometería a sus hijos a una prueba. El ganador se quedaría con el mejor terreno, y también con la responsabilidad de elegir la forma de repartir el resto de los campos entre sus hermanos. Así es que, al amanecer, entregó a cada uno de sus hijos un madero, con la misión de que construyesen con él un regalo para su padre. Tenían tiempo hasta la mañana siguiente, por lo que Ascalías dedicó su día a descansar, ya que un fuerte dolor en su boca no lo dejaba tranquilo.

Al alba del segundo día después de haber tenido la visión, el anciano reunió a sus hijos nuevamente y les dijo: “Y bien, qué me habéis traído”. Sodomías comenzó diciendo: “Yo, padre, te he traído un pequeño barco, para que puedas recorrer con él los mares y conocer los más bellos lugares”. Luego dijo Rebulón: “Yo te he construido este trono, para que reines más cómodo sentado en él”. Áster exclamó: “Padre, con el madero que me has dado he creado un arma poderosa, para que puedas defenderte de tus enemigos”. Meloj dijo: “Yo hice este mueble para ti, así podrás guardar tus objetos más preciados”. Felonías: “Te he traído este barril, repleto del más dulce vino”. Y Nesulaj: “Yo te traje esta cama, para que podáis dormir tranquilo”.

Todos los regalos eran grandes y hermosos, y los hermanos se enorgullecían enseñándoselos a su padre. Sin embargo Gádor parecía haber venido con las manos vacías. Cuando todos comenzaron a pensar que no había traído ningún presente a su padre, el joven exclamó: “Padre, mientras mis hermanos estaban ocupados construyéndote hermosos regalos, yo me preocupé por el dolor que aqueja a tu boca desde hace tiempo, así que no tuve tiempo de fabricarte un gran obsequio. Sin embargo, pensando en tu desgracia, se me ocurrió que esto podría serte más útil”. Extendió su mano y entregó a su padre una pequeña y fina pieza de madera. El anciano la introdujo en su boca, extrayendo con su ayuda un gran trozo de carne de cordero que llevaba días atascado entre sus dientes, aliviando de esa manera su dolor.

Ascalías miró a su hijo con orgullo y con amor y le dijo: “Muchas gracias, pero me quedo con el barco”.


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Esta parábola, publicada originalmente en la revista Mitin, forma parte de mi novela Placebo (2005)

13 comentarios:

maga dijo...

Para mi no es el gato de Alicia, pero bien puede serlo. Un beso. (No comento tu texto porque ya lo hice en su momento en su completitud).

Jardinero del Kaos dijo...

me quedo con la cama...

Espero la publicacion de Placebo.

para cuando?

Constanza Marchant dijo...

.

Todas las flores se marchitan???... Mmmm, no estoy de acuerdo con eso, si las cuidas, las amas y las proteges, podrían estar radiantes eternamente.

Saludos...

Hey, que es GADORCH???


Bye.

.

Diang Lugo dijo...

Muxhas gracias me quedo con todo los obsequios y mis riquezas. El día que muera que ellos vean como se reparten mis bienes, porque al parecer están más interesados en eso que en cualquer otra cosa. Me gustó la parábola, besos...

Diang Lugo dijo...

por cierto guapo, hay algo que te espera en mi blog... Pasa cuando puedas...

María Jesús dijo...

Mi querido Galán de barrio! Si esto es parte de una novela tuya, tiene que estar genial. Espero que algún día te la publiquen, me gustaría leerla. Enhorabuena me ha encantado el post, es fantastico.

Un beso

Diang Lugo dijo...

http://losdesenfocados.blogspot.com/

Ahí encontrarás lo que he guardado para ti, besitos...

Unknown dijo...

Linda historia. Los nombres de los personajes muy exóticos, digamos ¿de época?. Me dió asquito imaginar al padre quitarse restos de comida de su boca.

Beso!

Lolette Glamour dijo...

En efecto, el barco para conocer los más bellos lugares fue lo mejor. Pero el viejo turro ya había hecho uso de la fina pieza de madera!! Yo que él, mirá...me quedaba con todo, y que los pendejos se arreglen viste? jajaja.

Ahora en serio, me gustó mucho, no se si lo bien interpreté jaajaja

Saludos!

Duquesa de Katmandu dijo...

Bueno, gracias por el premio... inmerecido.
Los que no nos sabemos talentosos tenemos que esforzarnos siempre.
Beso,

Jardinero del Kaos dijo...

galan: gracias por el premio, y si estoy escribiendo es gracias a su incondicional apoyo desde aquella noche que me dijo q era un diamante en bruto, q debia ser pulido(al menos ahora tdo no termina de forma trajica) como aquel cuento de los niños de prog. medicos. lo recuerda(hoy lo leo y me da verguenza)

gracias juancito.

Zimbon dijo...

Jaja...interesante delirio!
Sigo leyendo y vuelvo...

saludos

Anónimo dijo...

ya la conocia, pero volvi a disfrutarla...espectacular!! igual yo me hubiese quedado con el mueble